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Llegando al bajo Guadalquivir, a escasos kilómetros de la ciudad de Sevilla, encontramos extensos terrenos donde el agua y la avifauna son los reyes del territorio, fundamentalmente en el período invernal, cuando los caños, brazos, lagos y lagunas presentan su mejor aspecto. En el caso de esta fotografía, se trata de un contraluz al caer la tarde en la laguna de la Dehesa de Abajo, una reserva natural concertada en el municipio de La Puebla del Río. Sin duda, es un sitio al que acudir con asiduidad.

Campos de lavanda cerca de la Abadía de Senanque , en la comarca de Luberon de la región de Provenza (Francia)

Le llegó su hora a los cíclicos cultivos de cereales de invierno, fundamentalmente trigo y cebada por estas tierras. Los tractores se han afanado durante estas dos últimas semanas, segando el cereal, por un lado el grano y por otro el forraje que es empacado para posteriormente alimentar al ganado. En este caso, el destino serán 2.000 cabezas de ganado bovino.

Contrastes entre las arcillas rojas del Keuper del primer plano y los distintos verdes de los cultivos de cereal de los subsiguientes, que además presentan unas texturas distintas en función de la luz y "cortes" del paso de la maquinaria agrícola. Como telón de fondo, la vertiginosa pared de la Sierra Pelada-Torcal, que en esa zona presenta desniveles de hasta 500 metros. Esa pared de arcillas rojas se encuentra en las inmediaciones de la Cantera abandonada de la Juanona.

Los flamencos aprovechan la inundación, en este caso natural, tras una primavera de abundantes lluvias como fue la 2018, para alimentarse de pequeños crustáceos e insectos. El Bajo Guadalquivir cuenta con 36.654 hectáreas de arrozales, donde se cosechan más de 350.000 toneladas, esto supone un 40% de la producción española.

El Licancabur tiene 5920 msnm. Un poco más al fondo, el Juriques, a 5704 msnm.

Cañón de Gorafe (Granada)

La Dehesa de Abajo, un paraje natural a escasos 25 kms de Sevilla capital, en el término municipal de Puebla del Río, donde el bajo Guadalquivir da lugar al mayor arrozal europeo. Las encinas y el olivar son la vegetación que domina casi por absoluto el entorno, pero lo más destacable de este espacio es la rica y variada avifauna, pues son multitud las aves que vienen a alimentarse a la laguna que se forma en este espacio, cuyas aguas, además de las lluvias, son alimentadas por el Arroyo Majalberranque.