sumergido en catarsis uno mismo es capaz de espolvorear cierta hipocresía mas, la existente contingencia augura que, el sistema nunca ejerce degradación ni desintegración suficiente para erradicar tanta violencia unilateral; justo al contrario, emana una nueva alma igualmente atormentada, el mismo énfasis y el mismo malestar a moderar, que sólo acarrea por su amarga duplicidad.